Esto inició como una válvula de escape para poder promover un pensamiento crítico hacia la búsqueda de paz y salud mental, todavía es un newsletter semanal donde la fundadora (hablo en tercera persona, lo sé) habla de justamente eso: buscar la «paz sin poses». Si están interesados pueden suscribirse DANDO CLICK AQUÍ.
Pero eso resultaba insuficiente… verán:
- Uno de los mayores desafíos que tenemos como profesionales de la salud mental es poder tener la certeza de que estamos ofreciendo tratamientos y servicios de calidad, que realmente van a ayudar a las personas.
- Lamentablemente no en todas las formaciones universitarias ofrecen un entrenamientos epistemológico y crítico apropiado, incluso en muchas universidades aún incluyen la práctica de varias pseudociencias ya refutadas como parte del currículo, sin prevenir a los estudiantes de esto, dejándolos a ciegas. Muchos profesionales en psicología a veces tardan años en darse cuenta de que alguna de las prácticas que promueven no tienen base científica ni evidencia alguna; incluso por la misma verguenza continúan defendiéndolas y promoviéndolas.
- Muchas personas pasan por la universidad, pero lamentablemente la universidad no pasa por ellas y olvidan que la psicología es una CIENCIA y que no debe mezclarse con dogmas, religiones, fe o cuestiones espirituales. Esto es de hecho uno de los problemas éticos más frecuentes: psicólogos promoviéndose como «psicólogos cristianos», chamanistas, o instando a sus pacientes y clientes a basar su tratamiento en la fe de un ser superior, energías vibracionales y demás.

LA PRÁCTICA ÉTICA DE LA PSICOLOGÍA DEBE SEPARAR CREENCIAS PERSONALES DE LA OFERTA DE SERVICIOS. Esto por respeto a los usuarios, a la profesión, e incluso al credo y fe propios del psicólogo. El capítulo II, artículo 5 del Código Ético y Deontológico de Costa Rica reza:
Artículo 5º—Toda persona colegiada deberá regirse en su ejercicio profesional por: los principios de respeto a la persona y a su dignidad humana, protección a los derechos humanos, probidad, honestidad, integridad, responsabilidad, diligencia, prudencia en la aplicación de los procedimientos y técnicas, objetividad y fundamentación científica y actualización constante; bajo el principio de que las necesidades integrales de la persona usuaria deben ocupar el primer lugar en la conducta profesional de la o el profesional en psicología, procurando que sus relaciones profesionales se realicen dentro de un marco de: seriedad, justicia, amabilidad, honorabilidad, tolerancia, comprensión, cortesía, discreción y demás principios deontológicos.
Es imposible cumplir con ese artículo si vamos a sesgar nuestra práctica profesional con nuestras elecciones, creencias, fe, y prácticas y valores personales. Nuestra labor debe ser neutra, imparcializada y debe respetar a todas las personas, sus propias elecciones, creencias, fe, prácticas y valores por igual.
La psicología basada en la evidencia permite esto, pues ha sido trabajada y mejorar para poder ofrecer al usuario un trato imparcial, extrapolable, y modificable cuando es necesario.
Dicho todo esto: PAZ SIN POSES es un lugar que promueve la práctica ética de la ciencia de la psicología bajo los preceptos de respeto al ser humano y sus derechos universales por medio de la psicología basada en evidencia.
¿Querés saber más? ¡APUNTATE A PAZ SIN POSES AQUÍ!